martes, 4 de agosto de 2009

“Mientras la franela me dé de comer, yo la sigo agitando”

Por Guillermo Jáuregui Oropeza

Con un ojo de vidrio y un par de muletas oxidadas, desde 1968 trabaja en estacionamientos públicos, banquetas y calles de Guadalajara agitando la franela entre chiflidos y gritos de “viene, viene jefe”. Nació en Chilpancingo, Guerrero y desde los 16 años se mudó a Guadalajara. “Llegamos cuando todavía en la ciudad uno podía comer con las monedas que se ganaba en el día”. Con dos hijos y esposa tapatía, Hilario Sánchez, de 62 años, lleva 40 años de trabajar como viene viene en las calles de Guadalajara. Todos los días, desde las 6 de la mañana, sale a buscar estacionamientos y calles que ahora sabe que se llenan en horarios de oficina. No se cansa de agitar la franela.

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